Cuando decides empezar tu negocio, los primeros pasos para conseguir clientes puede ser un desafío e incluso lo podrías ver como intimidante, sin embargo, una vez que empiezas verás que es más sencillo de lo que imaginas y que la parte más difícil sólo es vencer el miedo a empezar. Aquí presentamos algunas estrategias efectivas para atraer a tus primeros clientes y darle vida a tu negocio.
Define a quién le vas a vender (nicho de mercado).
Esta parte tan importante, de hecho, es justamente el primer paso que la mayoría de emprendedores pasa por alto. Saber y definir a quién le quieres vender te dará una gran ventaja sobre tus competidores y te ayudará a tener tracción en tu emprendimiento desde el primer día. Cuando defines bien a quién le quieres vender, y conoces bien a tus clientes potenciales, lo que vendas será secundario, porque entiendes sus necesidades y con ello sabrás exactamente cuáles productos o servicios vender. Cuando sabes a quién (tu nicho de mercado) vender, el que venderles es fácil.
Decide tu producto o servicio a vender y conócelo
Ya sabes a quién vender, ahora es tiempo de decidir lo que vas a vender. No elijas a la ligera, tómate tu tiempo para estudiar las diferentes opciones que tienes. Compara precio, calidad y beneficios, y una vez que lo elijas conoce bien cada producto que vendas, eso te hará saber cuáles ventajas y beneficios son los más atractivos para tus clientes, y te ayudará a tener una guía más específica a la hora de hacer tu siguiente paso; tu plan de mercadotecnia.
Desarrolla tu plan de marketing
Crea un plan de marketing que incluya estrategias como la publicidad en redes sociales, correo electrónico, publicidad en línea, redes de influencia y networking, pero antes de todo eso, dedica un tiempo considerable a establecer tu estrategia de precios. Pon en una lista de excel exactamente cuáles son los costos que involucra vender tu producto y trata de ser lo más realista posible.
En tus costos, considera tu sueldo: Es quizás el error más común entre los emprendedores. Empiezan a vender, y a obtener ganancias pero pronto las actividades del negocio comienzan requerir la ayuda de más personas, y a la hora de contratar descubren que no pueden pagar a alguien más porque habían estado trabajando “gratis” para ellos mismos. Si no consideras tu sueldo, ¿de dónde obtendrás recursos para contratar a alguien que te ayude?. Peor aún, al no considerar tu sueldo en tu estructura de costos, muy probablemente te encontrarás trabajando con utilidades super bajas. Recuerda, todo negocio rentable necesita que le saques punta al lápiz y trabajes concienzudamente a la hora de sacar precios.
Considera pago de impuestos y seguro social: Otro error sumamente común es el no considerar el pago de impuestos cuando empiezas tu negocio. Al principio está bien porque quizás no pagues impuestos ya que las cantidades que vendes son pequeñas. Pero si estás pensando en crecer y formalizar tu empresa, deberás considerar los impuestos más temprano que tarde. Esto aplica también a la hora de contratar personal. Hay muchos negocios informales que contratan “saltándose” el seguro social de las personas que los apoyan, o peor aún, contratan, pagan el seguro social y se les olvida incluirlo en la estructura de costos, haciendo su negocio menos rentable. Que no te pase a ti, cuando consideres tus costos, apóyate con un contador para calcular bien los precios a los que venderás.
Desarrolla tu contenido y diálogos de venta: Crear contenido valioso y relevante para tu audiencia objetivo es la forma más fácil de atraer nuevos clientes. Esto puede incluir blog posts, videos, podcasts, infografías o cualquier otro tipo de contenido que se adapte a tus habilidades. Apóyate con las redes sociales, que son fáciles para empezar y tienen mucho alcance.
Aprovecha las redes sociales: Utiliza las redes sociales para promocionar tus productos o servicios. Una vez que ya tienes un buen contenido, conoces tu producto y tienes tu diálogo de ventas bien estructurado, el uso de redes sociales será pan comido. Sabrás que publicar, como dirigirte a tus clientes y cómo promocionar bien lo que ofreces.
Sé flexible y nunca dudes en pedir ayuda.
La mayoría de veces, tu plan nunca saldrá al pie de la letra, por eso es tan importante anotar tus errores y tener la flexibilidad para saber cómo corregirlos. Sin embargo, esta flexibilidad va de la mano con otra estrategia; pide ayuda. Busca a gente que tenga éxito y busca su ayuda, contacta a tu contador y pídele que te apoye con los costos, y en general apóyate con tus clientes y pregúntales cómo puedes mejorar. En las películas siempre sale el emprendedor solitario y que puede lograr sus objetivos él (o ella) sólo. Sin embargo, en la vida real, nada que valga la pena se puede hacer sólo. Por último, te sorprenderá cuántas personas estarán dispuestas a apoyarte. Estar abiertos a la ayuda de los demás y actuar sobre sus consejos es tan importante como los primeros 3 pasos. Así que adelante, y te deseamos éxito en tu emprendimiento.